Los trabajadores son el activo más importante de cualquier empresa por eso es imprescindible cuidar a nuestros empleados y la mejor forma de conseguirlo es proporcionándoles una formación continuada para que estén al día de las últimas novedades y tecnologías del sector. Además, potenciando la formación los empleados reciclarán su conocimiento y serán más productivos a la vez que se sentirán más motivados e implicados con la empresa.
La administración pública ayuda de manera económica a las empresas para que puedan ofrecer formación a sus trabajadores, está ayuda se hace a través de bonificaciones en las cotizaciones de la Seguridad Social. Todas las empresas con trabajadores en Régimen General y que coticen en la Seguridad Social tienen derecho a disfrutar de esta ayuda que ofrece el gobierno para potenciar la formación continuada.
Cada empresa puede decidir qué formación es la que más le conviene para desarrollar el conocimiento y competencias de sus empleados y así aumentar su eficiencia. Las empresas pueden organizar la formación de manera individual o delegar los trámites en una empresa externa que lo gestione y que facilitará los tramites y los cursos a realizar.
Si estáis interesados en la formación bonificada tened en cuenta que todas las empresas tienen un crédito mínimo de 420€/año independientemente de los trabajadores contratados o de lo que se haya cotizado a la Seguridad Social en concepto de Formación Profesional. Pero cada caso es diferente y todos los años el Ministerio de Trabajo otorga a cada empresa un crédito para formación en función del importe cotizado en concepto de Formación Profesional el año anterior y el número de trabajadores, este crédito es válido para un año y si la empresa no lo consume se pierde. Además, para disfrutar de este crédito es imprescindible estar al corriente de todas las obligaciones tributarias.